Es un dato irrefutable, dentro del top 10 de lo más visto en Netflix, El hoyo (2019) es la película más vista de la plataforma. Está solo por delante de Hogar (2020), de los hermanos Pastor. Lo cual es una nueva muestra de que el audiovisual dentro de España y fuera, está estupendamente valorado.
Eso sí, ¿cómo es posible que un producto que a la vez ha tenido tanta dificultad en salir adelante haya conseguido este impacto? La ópera prima de Galder Gaztelu-Urrutia, producida por Carlos Juárez, ha supuesto una constante carrera de obstáculos. Y no es para menos, teniendo en cuenta que la producción de Basque Films, es cine de género, pero también de autor.
A continuación, pasaremos a dirimir unos cuantos aspectos y curiosidades del proceso creativo de este nuevo hito del cine español. Y que servirá para comprender la repercusión de El hoyo, tanto mediática, como el de su consumo internacional en Netflix.
Las fuentes de El hoyo a nivel cinematográfico y literario
Como el propio Galder Gaztelu-Urrutia contestó en una entrevista reciente a El Mundo: “El altruismo la mayoría de las veces no es más que una consecuencia derivada más de nuestro egoísmo.”Por tanto, tenemos una temática propia de toda historia distópica, en la que hay un claro conflicto entre privilegiados y otros que no lo son.
En este sentido, El hoyo bebería enormemente de una novela clave, que si bien no es ciencia ficción, si establece un ejemplo de distopía. Esta no es otra que El señor de las moscas, de William Golding. Solo que, en esta ocasión, esta reflexión en torno a la barbarie y el civismo estaría contextualizada en una estructura de bloques.
Y es en este elemento, donde la ciencia ficción entra en juego. Carlos Juárez, comentó en una entrevista a Audiovisual451, lo complicado que fue la construcción del a estructura. Una complicada obra de ingeniería que combinó de una labor industrial y de efectos digitales de posproducción. De los mismos se ocupó el veterano, Iñaki Madariaga, que junto a Mario Campoy ganaron el Goya en la pasada edición por su excelente labor.
La principal y más comentada referencia de El hoyo, ha sido sin duda la película de culto canadiense, Cube, de Vincenzo Natali (1997). Tanto en planteamiento, como en tono, así como en recurrir a una estructura específica que pasa a ser también un personaje más dentro de la trama.
Muchos hablan del espectacular aspecto visual que luce el film, ¿cuántos sabrán que se realizó con menos de 1,8 millones de euros? Porque El hoyo, es ante todo cine independiente, de ciencia ficción, pero independiente. ¿La clave? Conseguir muchas aportaciones de subvenciones, por muy pequeñas que estas hayan sido por temor a no recuperar la inversión.
De irregular taquilla a fenómeno mundial con posible secuela
Los datos oficiales de taquilla, del que es por el momento la película número 1 más vista en Netflix, os dejarán de piedra. Según Taquilla España, , El hoyo recaudó un total de 216.964 euros. A pesar de su estupenda difusión mediática y promocional, ¿cómo es posible ese resultado en una película que ahora se ha vuelto prácticamente viral?
Una de las razones sería el cómo la cartelera española está copada de producciones internacionales. Esto dificulta enormemente que películas como El hoyo, de tan solo 94 minutos, consigan mantenerse durante algún tiempo en cartelera.
¿Y cómo se pasa de tan ínfimo rendimiento a salas a éxito mundial? La agencia Latido, fue determinante en el aspecto de distribución. El hoyo causó interés en el Festival de Berlín, así como en Cannes. No obstante, sería el Premio del Público en el Festival de Toronto lo que potenciaría la venta de derechos con Netflix.
Y el resto es historia, ahora El hoyo sigue ocupando el puesto número 1 como la película más vista de la plataforma. Y se especula que con toda seguridad, haya secuela y hasta varias películas dentro del distópico universo de la mente de David Desola y Pedro Rivero. Si tenemos en consideración todos estos elementos, daremos con el caldo de cultivo idóneo para entender por qué El hoyo ha arrasado en Netflix y le espera uno de los futuros más prósperos del audiovisual en España.
