Dolor y gloria es la última película de Pedro Almodóvar. La cinta ya es un éxito mundial, a tal punto de competir en los Oscar 2020. Este filme está protagonizado por Antonio Banderas, quien se consagró en el Festival de Cannes por dicho papel. Con respecto a la cinta, el director busca desnudar su alma y memoria, para adentrar al espectador en un especie de autorretrato.
La película narra una serie de reencuentros de Salvador Mallo, un director de cine en su pleno ocaso. Aquí veremos algunos momentos físicos y otros que figuran como recuerdos: su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia en busca de prosperidad, su primer deseo, el primer amor adulto que tuvo en Madrid durante los años 80, el dolor de la ruptura de este amor cuando aun estaba vivo y palpitante, la escritura como única terapia, el descubrimiento del cine, y el inconmensurable vacío ante la imposibilidad de seguir rodando.
Dolor y gloria, una trilogía
Dolor y gloria se convirtió en la tercera parte de una trilogía de creación espontánea, que le ha llevado a Pedro Almodóvar 31 años en completarse. Las dos primeras partes son “La ley del deseo” y “La mala educación”. Las tres películas están protagonizadas por personajes masculinos que son directores de cine, donde el deseo y la ficción cinematográfica son los pilares de la trama.
La película revela, entre otros temas, dos historias de amor que han marcado al protagonista. A lo largo del relato, vemos al veterano director Salvador Mallo en tres épocas de su vida: su infancia en los años 60 del siglo pasado, su edad adulta en los 80 madrileños, y en la actualidad, donde se encuentra aislado, depresivo y apartado del mundo y del cine.
La historia tiene muchos indicios para catalogarse como autobiográfica: un director de cine, como Almodóvar, que se reencuentra con la obra que lo hizo célebre en España. Además, mientras escribía el guion, Pablo padecía dolores de espalda como le sucede a Salvador en la película.
La música como clave de la narración
Alberto Iglesias ha compuesto la banda sonora de Dolor y gloria. En esta ocasión, el músico divide su partitura en tres distintas sonoridades o ambientes. Con respecto a la primera instancia, está relacionada con las vueltas al pasado del protagonista, mientras que la segunda sonoridad está relacionada con los momentos de dolor y aislamiento.
Las frases musicales suspendidas cubren los silencios y a su vez, conviven dentro de los diálogos más dramáticos. La tercera sonoridad envuelve las escenas de la madre mayor y el hijo, en Madrid. En esta ocasión, la música acompañará uno de los sucesos más fuertes de la madre, de una manera natural y espiritual.
Camino a los Oscar
Gracias a su éxito mundial, Dolor y gloria será la representante española en la categoría del premio Oscar a la Mejor Película Internacional. La actriz Belén Cuesta, fue la encargada de leer la designación en la sede de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.
La película de Pablo Almodóvar fue elegida por encima de Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar, y Buñuel en el laberinto de las tortugas, de Salvador Simó, que completaban el trío preseleccionado por la Academia para que sus miembros eligieran el título que representará a España en los Oscar.
La 92ª edición de los premios celebrará su gala el sábado 9 de febrero de 2020 en Los Ángeles. Es la séptima vez que la institución selecciona una obra del director para competir allí.