HBO vuelve a posicionarse con la llegada de Euphoria. Tras el gran éxito de Chernobyl, el canal encontró una nueva historia que se convirtió rápidamente en lo más comentado de las redes sociales. Esta serie, protagonizada por Zendaya, es una de las propuestas más atrevidas, arriesgadas y valientes que hemos podido ver en los últimos meses.
Euphoria arranca inicialmente como un drama juvenil sobre adicciones pero visto desde una perspectiva atrevida y moderna. Aunque claramente la historia busca generar un impacto rápido en el espectador, con el transcurso de los episodios el televidente comienza a comprender que, en realidad, la historia va mucho más allá.
Euphoria, una cruda realidad
La serie comienza con la historia de Rue, una adolescente que acaba de salir de rehabilitación pero que sigue enganchada a las drogas y que utiliza arriesgadas técnicas para mantener el engaño delante de su madre. Completamente sola en un mundo dónde no quiere estar, la joven termina topándose con Jules, una muchacha transgénero con tanto carisma que logra traspasar la pantalla. Rápidamente las adolescentes se vuelven inseparables, compartiendo sus vivencias y adentrándose en el drama que rodea al resto de los adolescentes que asisten al instituto.
Cada capítulo indaga en la realidad interna de cada adolescente, en una trama que se expande a un ritmo acelerado y atrapante. Los personajes son diversos, pero ninguno deja de ser real; logrando así conectar con los espectadores que siguen la serie. Veremos una chica con kilos demás, presionada por el círculo que la rodea a perder la virginidad lo antes posible, esto provocará su despertar sexual y la llevará a tomar decisiones inesperadas. Por otra parte, el típico chico popular y capitán del equipo, deja a un lado los chiclé de las películas adolescentes y se enfoca en un trauma interno que impulsa su lado violento.
Las patéticas tramas antiguas de adolescentes quedan atrás, y Euphoria apuesta por revelar una realidad que viven actualmente los jóvenes de esa edad. El comportamiento sexista de los chicos y chicas, la influencia errónea de la pornografía, la presión de las redes sociales, son algunos de los tópicos en los que se centra esta creación de Sam Levinson.
Una propuesta que sale de lo común
Sin lugar a dudas, Euphoria no es una serie juvenil. Por más que esté actuada por un elenco de jóvenes, los temas sociales que abordan impactan de igual manera tanto en un adolescente como en una persona adulta. Una serie que desafía los tabúes y genera consciencia de la realidad que se vive hoy en día.
Además de lo audaz de sus temas, la serie de HBO tiene una propuesta estética muy creativa y estimulante, que va desde hacer diegéticos los efectos de las drogas o las emociones; como también seguir a casi diez personajes en una misma localización durante eventos que transcurren durante la misma noche. Resulta placentero y fascinante la puesta en escena, la dirección y el montaje de cada episodio.
Hay Euphoria para rato…
Actualmente la serie está por finalizar su primera temporada en HBO. Pero, tras su gran éxito, el canal decidió renovarla para una segunda temporada. En una nota de prensa, Francesa Orsi, vicepresidenta ejecutiva de HBO, expresó que es un honor tener en el canal series tan innovadoras como esta y que “Sam Levinson ha construido un mundo increíble con un elenco extraordinario, liderado por la inmensamente talentosa Zendaya”.
El primer episodio fue visto por más de cinco millones de espectadores en las diferentes plataformas de HBO, y con el correr del tiempo, la audiencia ha ido aumentado cada semana.
