Netflix vuelve a apostar por los clásicos de Navidad, y en esta ocasión eligió a Klaus para que sea su primera película original animada. Para llevar a cabo esta nueva joya, contó con la ayuda principal del cineasta español Sergio Pablos, quien estuvo a cargo de los éxitos Mi villano favorito y de sus carismáticos Minions.
Este nuevo filme, cuenta con una historia original donde veremos los comienzos de Papá Noel y una animación de bastante calidad, que logrará que los espectadores se trasladen a clásicos de Disney como «Tarzan» (1999), «Hercules» (1997) o «The Hunchback of Notre Dame» (1996).
Una trama más que interesante
Klaus es una película de animación que propone una novedosa historia de origen de Papá Noel, mientras que sirve de ilustración de una tesis clásica de relato navideño. Este nuevo filme de Sergio Pabos, se centra en Jesper, el peor alumno de la academia de carteros. Una persona egoista y que solo se preocupa por llevar una vida cómoda.
Aquí veremos como dicho aspirante a cartero no hace ni un mínimo esfuerzo por aprender el oficio. Por dicha razón, su padre lo envía a una isla del Ártico, en donde los habitantes están divididos en dos familias que son enemigas desde tiempo inmemorial. Los chicos no van a la escuela y la maestra, Alva, se dedica a vender pescado, con el fin de juntar el dinero para irse muy lejos de allí.
Casi sin querer, Jesper conoce a Klaus, un hombre solitario que tiene una casa llena de juguetes de madera y cuando empiezan a repartirlos entre los chicos del lugar, la rueda de los actos de amabilidad se pone en marcha. La vida en la isla cambia completamente. Y así veremos como nace una de las historias más conocidas en todo el mundo.
Klaus se destaca por su animación
Este nuevo éxito de Netflix, cuenta con una animación de gran calidad y que sorprende al ser vista. En Klaus, los escenarios son muy impresionantes y sin lugar a dudas, se quedarán grabados en la mente del espectador. A su vez, el director regresa a un estilo de animación bastante clásico con el que logra distinguir dicha película de las demás animaciones modernas.
Además, se puede apreciar el esfuerzo detrás de cada escena realizada para Klaus. «Se encontró (en la animación) la vía del realismo y se llevó hasta el final, hasta poder hacer una película realista con imágenes generadas por ordenador. Pero descubrimos que el publico necesita más, quiere ver una historia detrás, porque ya no se impresiona», explicó el director en una entrevista con Efe.
En varias ocasiones, la crítica ha celebrado esa recuperación del dibujo clásico en medio de una temporada en que los artificios técnicos han dominado los estrenos, como se puede ver claramente en la nueva versión de El Rey León. Por su parte, Netflix también prefirió esta manera muy sutil y creativa de crear su primer largometraje de animación, que después de tres años de trabajo se encuentra finalmente disponible en su catálogo.