Mia Kirshner y sus «fundidos a negro»

El último capítulo de «Crónicas Vampíricas» sembró en mí una duda existencial, atentos que vienen spoilers, y es que no sé si la actriz canadiense Mia Kirshner ha interpretado alguna vez a algún personaje que no muera en pantalla.

El jueves pasado su personaje en la serie, que emite el canal de la Warner, tuvo un final inesperado, Isobel hizo una visita a su hija biológica y por fin supimos qué pintaba la madre de Elena en la trama del programa. El episodio titulado «know the enemy» dejó patente que los guionistas están ya pensando en las vacaciones, porque enlazaron (por decir algo) despropósitos durante los 45 minutos, el remate fue el suicidio (previa redención) de Isobel ante la cara atónita de su hija, también debo decir que este tipo de muerte sólo es efectiva dependiendo del canal de emisión. Recordemos la romería, a pleno sol, de Bill para salvar a Sookie en «True Blood» (HBO), unos minutos bajo tierra y «tachán», sano y salvo. En fin, otro personaje interesante que se cargan, y es que todavía espero con entusiasmo el regreso del hijo pródigo, Tyler, el hombre lobo que nos regaló junto a Caroline los mejores capítulos de esta temporada.

Pues la joven Gilbert se ha quedado huérfana de madre por segunda vez, quizá la posesión de Alaric nos haga creer de nuevo en el proyecto de «Crónicas Vampíricas», nadie se ha preguntado… ¿por qué todos tratan tan mal a Katerina? Si hacemos memoria, Damon se ha cargado a la mitad del elenco eventual de la serie, incluidos amigos de todos los protagonistas, y ahí está, como uno más.

Echando mano de la filmografía podemos reseñar la última temporada de «The L word», cuya trama giraba en torno a la aparición del cadáver flotante de Jenny en la piscina; o bajo la batuta de Brian de Palma en «The Black Dahlia», en esa ocasión interpretó a Elisabeth Short, una joven actriz asesinada brutalmente en 1947. Pero para cerrar el episodio vampírico, mencionaremos ese absurdo final de la reciente secuela de «30 días de oscuridad» en la que dio vida a Lilith, la vampira original, que moría decapitada en un barco rumbo a Europa.