La imagen corresponde a la premiada de la edición anterior de los Oscar, Sandra Bullock. Siempre he sentido cierta simpatía hacia esta actriz, pero como ya sucediera con otras «novias de América» como Julia Roberts o Reese Witherspoon su galardón en la categoría de «Mejor Actriz» es fruto de una ecuación muy habitual, si sumamos un efecto muy conocido en Hollywood, el «Basado en hechos reales», y el nombre de una actriz cómica por antonomasia, cuyos papeles dramáticos se pueden contar con los dedos de una mano, los mismo que pueden reflejar sus oportunidades a optar por un premio de rigor cinematográfico, el resultado es un Oscar. No pretendo desmerecer a ninguna de las tres actrices, pero sus filmografías hablan por sí mismas.
Este año tenemos nombres que ya han sonado en varias ocasiones como sinónimo de Oscar, incluso alguna ya se ha llevado el gato al agua en ocasiones anteriores, nadie duda de sus interpretaciones, pero al igual que sucediera en la película de «Los Inmortales» del olvidado Christopher Lambert, sólo puede quedar una. Así que conozcamos mejor a las cinco candidatas a ostentar el título de «Mejor Actriz» 2011.
La más veterana pisa fuerte sobre la alfombra roja, es muy querida en el gremio del celuloide y cuelga del brazo de uno de los actores de la edad dorada del cine, uno de los clásicos, Warren Beatty.
Su andadura en el cine comenzó allá por la década de los ochenta con una cinta que no debió ver nadie porque hasta en la wikipedia aparece en rótulos rojos; pero después despuntó ligeramente con «Velmont», un proyecto eclipsado por «La edad de la Inocencia», y es que mira que en Hollywood les gusta estrenar películas de temática similar con poca distancia en el calendario, lo que supone un fracaso para una y éxito para la otra. Ocurrió con el taquillazo de la pareja Leigh-Gable en «Lo que el viento se llevó» (1939) y el ostracismo de Bette Davis en «Jezabel» (1938); también con «Troya» (2004) y «Alejandro Magno» (2004), aquí el Sr. y la Sra. Smith no consiguieron el mismo impacto en la taquilla.
Ya conocida por el gran público a Annette sólo le quedaba convencer a la crítica, y el reconocimiento de los académicos llegaría en la década de los noventa con largometrajes como «Los Timadores» (1991) donde fue candidata a «Mejor actriz de Reparto», y se prolongaría al nuevo milenio con cintas como «American Beauty» (2000), «Conociendo a Julia» (2005) y «Los chicos están bien» (2011), en las tres como «Mejor Actriz».
Pero debemos recordar un dato importante, en «Conociendo a Julia» ganó (al igual que este año) el Globo de Oro a «Mejor Actriz de Comedia o Musical» y después fue nominada al Oscar y no lo ganó, sospechamos que en esta edición sucederá lo mismo, y es que es diferente ganar en la categoría de comedia que hacerlo en la de drama. De ahí que la antesala de los Oscar sea, en ocasiones, engañosa.
Por otro lado, cuando fue nominada por «American Beauty» partía como una de la favoritas, era un drama, una de cine seudoindependiente, con cierta taquilla y fue el film revelación de aquel año, pero una vez más las «cuentas de la vieja» que hace Holllywood dejan a las puertas del Oscar a actrices (y personajes), y es que en el 2000 Julia Roberts se alzaba con la estatuilla gracias a su «Erin Brockovich».
La que fuera durante 6 temporadas Jen Lindley en «Dawson Crece» se ha hecho mayor, ha crecido en las pantallas de cine, en ocasiones con acierto y en otras con desatino, pero «Brokeback Mountain» le supuso un antes y un después a esta joven actriz de Montana.
El film de Ang Lee marcó tanto su vida sentimental como su trayectoria profesional, conoció al padre de su hija, el actor Heath Ledger que nos dejó de manera repentina un 22 de Enero de 2008; y le valió su primera nominación a los Oscar, sería en el apartado de «Mejor Actriz de Reparto».
Desde entonces ha cosechado buenas críticas y ha interpretado papeles interesantes con grandes directores, este año le toca crecer también y está nominada como «Mejor Actriz» por «Blue Valentine». Posiblemente a nadie sorprenda que no esté en las quinielas de casi ningún crítico, y es que la Academia hace balance de tu trayectoria y Michelle todavía tiene una filmografía bastante poco equilibrada, sus primeros títulos, proyectos menores de calidad sospechosa, y su paso por una serie teen puede que le pasen factura, porque en la categoría de actor y actriz de reparto se toman ciertas licencias (Anna Paquin, Marisa Tomei, la fugaz interpretación de Judi Dench, Penélope Cruz…), pero en un apartado tan jugoso como el de «Mejor Actriz»… no suelen pillarse los dedos.
Tiene su estrella en el paseo de la fama de Hollywood, aunque la popularidad le llegó a principios de los noventa gracias a su matrimonio con Tom Cruise y al estreno del thriller «Calma Total», algo más de una década más tarde el divorcio con el abanderado de la cienciología le serviría también para ganarse el favor de la crítica, coincidiendo con el estreno de cintas como «Moulin Rouge!», «Los Otros» u «Oscura seducción». Mientras que en 2006 pasó a ser conocida como la actriz mejor pagada del mundo del celuloide.
Aunque no lo parezca ha sido nominada a «Mejor Actriz» sólo en tres ocasiones, si contamos con la de este año por «Rabbit Hole», aunque lo más extraño es que sólo en una ocasión se alzó con la estatuilla dorada, fue por «Las Horas» (gran película) donde compartía créditos, que no planos, con dos de mis actrices favoritas, Julianne Moore y Meryl Streep, quienes fueron injustamente postergadas en la ceremonia. Qué puedo añadir, pues que Diane Lane por «Infiel» o la propia Moore por «Far from Heaven» (también era candidata a mejor actriz de reparto por «Las Horas») merecían algo más de consideración aunque no llevaran prótesis nasales en sus respectivos papeles, pero claro, está de moda eso de interpretar a personajes reales o de carne y hueso.
Pudiera parecer que me disgustó la actuación de Kidman, pero no es así, sólo que su premio destilaba cierto tufillo compensatorio por no haber recibido el Oscar el año anterior cuando fue nominada por el musical «Moulin Rouge!», finalmente Halle Berry se alzaba con el título de mejor actriz aquel año, un 2001 flojo-flojísimo, pero es la magia del cine que al igual que el fútbol no siempre gana quien más lo merece.
Nicole posiblemente se quede en su butaca cuando anuncien el nombre de la ganadora en la categoría a la que opta, porque todas las quinielas señalan a la joven Portman como la «más oscarizable».
Escritora, directora, productora, actriz… es una mujer polifacética que saltó al estrellato con 12 años, de la mano del director Luc Besson. Podría haber comenzado su odisea cinematográfica como Anna Paquin y ganar un Oscar a mejor actriz de reparto en «León el profesional», pero no fue así.
Es un mito de los fanáticos de la ciencia ficción gracias a su interpretación de la reina Amidala en «Star Wars», ha sido nominada en diversos certámenes y festivales, pero en el mundo de los Oscar sólo ha aparecido como candidata a mejor actriz de reparto por «Closer», cinta por la que sí se llevó el Globo de Oro en esa misma categoría. Pero aquel año Cate Blanchett se llevó el gato al agua por «El Aviador», yo crucé los dedos para que reconocieran a la magnífica Virginia Madsen por «Entre copas» (film recomendable 100%), pero una vez más los académicos se ponen en mi contra.
Pero centrándonos en la joven israelí sólo podemos decir que este es su año, cualquier otro resultado se convertiría en «la sorpresa de la noche» y más habiendo ganado el Globo de Oro en la misma categoría en la que pugna por el Oscar.
Es la gran desconocida, la menos oscarizable y la que más papeletas tiene para no llevarse el premio a casa, aunque ella ya ha ganado; estar nominada a los Oscar con sólo 20 años es una victoria que le hace sumar puntos para próximas candidaturas.
La película de «Winter´s Bone» es un drama en el que todo el peso interpretativo recae sobre los hombros de Jennifer y sale muy bien parada; es una cinta fresca, noir, inocente que a su vez plasma la realidad más miserable de ese país del primer mundo llamado Estados Unidos.
Ahora sí, hagan sus apuestas.
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