De manera fortuita e inesperada, Raquel acaba de descubrir que Salva es en realidad el cerebro del atraco, Sergio Marquina, el hombre al que busca, el hombre al que ama. En el capítulo 13 de La casa de papel, la inspectora descubre con horror que está enamorada de aquel hombre cuyo plan debe desactivar.
En La Fábrica de Papel el agotamiento es patente tras largas horas de encierro…en el capítulo 13 Tokio es liberada
Mientras tanto, en el interior de la Fábrica las tensiones y desconfianzas son cada vez más graves y parece que no tienen solución. Aumentan las fricciones entre todos los miembros del grupo, y también entre rehenes y secuestradores. Además, Arturo es castigado con dureza por haber intentado, una vez más, poner en marcha un plan de fuga que ha fracasado nuevamente. El resto de los rehenes, lejos de sentir compasión por él y mostrarse solidarios con una situación crítica para Arturo, acaban dándole la espalda. Todo parece que va a la deriva y nadie sabe a quién creer.
Por otro lado, Mónica se siente fatal. Ha golpeado en la cabeza a su ex amante para salvar a Denver, y ya no sabe si sigue siendo una rehén, como hasta ahora, o se ha convertido en cómplice. Berlín vuelve a tomar el mando, ya que Helsinki está agotada por la falta de horas de sueño. Un enloquecido Berlín ha decidido emplear mano dura con los rehenes y obligarlos a cavar el túnel de la fuga final sin descanso. La policía ha detectado que hay movimiento en el subsuelo de la fábrica, por lo que sospechan que se está cavando el túnel, y van a poner hombres para custodiar la posible salida de los ladrones.
Raquel conduce a Salva al lugar del crimen, a la finca de Toledo donde El Profesor planificó el robo. Profundamente enamorada y al mismo tiempo destrozada, quiere hacerle hablar. Y nada mejor que un detector de mentiras para hallar la verdad. Por fin, la inspectora consigue sacarle la verdad, en un interrogatorio relajado, en el que Sergio le cuenta su verdadera historia, y le confiesa que la quiere, que está profundamente enamorado de ella, y que esto último no entraba dentro del plan inicial.
Tal y como le prometió El Profesor en su entrenamiento en Toledo, Tokio es liberada por un grupo, cuando se dirigía en un convoy policial a declarar a los juzgados. La policía monta un potente dispositivo, “la operación jaula”, para poder atraparla: hay vigilancia y blindajes en carreteras, puertos, aeropuertos, órdenes de busca y captura, patrullas en todas las fronteras…Tokio se ha fugado, y El Profesor lo sabía, y así se lo comunica a la inspectora.
En el capítulo 13 de La casa de papel, Tokio sabe muy bien a dónde dirigir sus pasos, y vuelve a la Fábrica, mientras que Salva, o mejor dicho, Sergio Marquina, logra dejar inconsciente a la inspectora, mientras ésta lo intenta conducir, a punta de pistola, a la salida, diciéndole que lo va a llevar directamente ante el juez. Pero eso no sucederá, y ambos, Tokio y El Profesor, seguirán de nuevo con el plan… ¿lo conseguirán?
