Arturo, Jefe de la Fábrica, resulta gravemente herido por los francotiradores de la policía, cuando rehenes y secuestradores salen a la azotea todos en mono y con caretas de Dalí, para que Moscú tome el aire tras un ataque de ansiedad. La herida es grave, y los medios de comunicación hacen responsable del tiro a la inspectora Murillo. En el capítulo 4 de La casa de papel se pone en entredicho la competencia de Raquel, tanto por la prensa como por el CNI, y ella misma empieza a dudar de su profesionalidad para llevar a cabo la operación sin que haya una tragedia.
Un equipo médico entra en la Fábrica para salvar la vida de Arturo en el capítulo 4 de La casa de papel
La inspectora Murillo contacta con el Profesor. Es importante que Arturo sea trasladado al hospital, pero el Profesor se niega e insiste en que nadie va a salir del edificio. Finalmente, se negocia que será el equipo médico quien entre en la Fábrica para intervenir a Arturo. El subinspector Ángel Rubio, segundo de Murillo, insiste para infiltrarse como enfermero y poder así hacerse una idea de la situación desde dentro, y finalmente Raquel accede.
Mientras tanto, Murillo y la policía diseñan una operación: mientras dure la intervención quirúrgica, un equipo de élite se introducirá en el edificio por unos túneles de nueva construcción que los atracadores no conocen, y dos hombres irán disfrazados con monos y caretas de Dalí para hacerse pasar con atracadores y pillar a la banda por sorpresa. Lo que Ángel no sabe es que Berlín conoce su identidad. El Profesor lo está viendo todo desde sus monitores, y reconoce a aquel policía que fue a buscar a Raquel a la cafetería. Avisa a Berlín y ponen en marcha el enigmático “Plan B”, que ya tenían diseñado en Toledo por si esta eventualidad llegaba a ocurrir. Los atracadores introducirán un micro en las gafas del subinspector, el “Caballo de Troya” del que profesor siempre hablaba durante el entrenamiento del equipo en Toledo. El Profesor, atento a los monitores de su guarida para ver cómo se desarrolla la operación, escucha sonidos de radio que proceden del edificio: alguien está intentando colarse. Rápidamente, se ponen en marcha los inhibidores de sonido para que los policías no se puedan escuchar entre ellos. Además, tanto rehenes como ladrones cambian las caretas de Dalí por otras que escenifican “El Grito” de Munsk. Los policías van a entrar en una trampa mortal porque llevan las caretas de Dalí. Hay que abortar la operación.
El estado de salud de Mónica empeora por la infección, a consecuencia de que la bala sigue alojada en su pierna. Denver decide hacerse con equipo médico sin ser visto, mientras se desarrolla la intervención quirúrgica de Álvaro, y lo consigue. Pero cuando Moscú y su hijo van a extraer la bala, Nairobi los descubre, y lejos de delatar a sus compañeros, es ella quien extraer la bala.
Los médicos han salvado la vida de Arturo el capítulo 4, y la inspectora Murillo ya tiene una idea clara de la situación. Está claro que los ladrones van siempre por delante de la policía, algo no va bien Es como si les estuvieran vigilando, como si se anticiparan a sus planes para neutralizarlos ¿qué es lo que está pasando en La casa de papel?.