En esta nueva entrega de La casa de papel, el subinspector vuelve a la carpa de la policía con el micro en las gafas que los ladrones le han instalado. El Profesor les está escuchando. La inspectora ordena a su equipo que vuelvan a repasar las cámaras de seguridad en la que se ve a a los dos secuestradores identificados, Tokio y Río, visitando la Fábrica. En el capítulo 5, Raquel empieza a hacerse preguntas que, de momento, no tienen respuesta ¿por qué la banda se anticipa a todos sus pasos? ¿Hay un topo en la policía? Han pasado más de 30 horas desde que comenzó el atraco, todos están cansados.
La policía encuentra más pistas, y se produce una nueva negociación
Cuando parece que todo ha llegado a un punto muerto y no se avanza, la policía localiza el coche en el que Tokio y Río viajaron para visitar la Fábrica, a través de las cámaras de seguridad, cuando estaban preparando el golpe. Se trata de un viejo Seat Ibiza que Helsinki tendría que haber hecho desaparecer en un desguace, pero que sigue intacto en el cementerio de coches. Cuando el Profesor se entera, abandona su refugio para limpiarlo bien de cualquier huella, y hacer algo inesperado: dejar un botón de traje con las huellas de Berlín. El Profesor tiene huellas de todos los secuestradores a buen recaudo en un armario.
Dentro de la Fábrica cunde la incertidumbre entre todos. Río, el más joven de la banda, se derrumba cuando ve en la televisión a sus padres, ya que los periodistas les han localizado. No quieren saber nada más de él después de saber que su hijo, un informático capaz y con futuro, se ha convertido en un ladrón y en un secuestrador. El muchacho no para de pensar en Tokio y en un pasado mejor, para intentar no derrumbarse.
El Seat Ibiza es descubierto por la policía, y Raquel se da cuenta de que huele a alcohol y amoniaco…alguien ha estado allí antes que ellos limpiando las huellas, pero se ha dejado un botón. La inspectora empieza a buscar, y encuentra varias cosas que confirman su teoría. De repente, una sospecha pasa por su cabeza: es el mendigo, un hombre que merodeaba por allí y al que la policía ha dejado ir, el mendigo es el Profesor, y cuando se da cuenta, éste ya ha desaparecido.
El Profesor ha puesto contra las cuerdas a Raquel durante las negociaciones, y le da a elegir: liberar a ocho rehenes, o en su lugar sólo a Alison Parker, la hija del embajador. La inspectora tendrá que tomar una difícil decisión en el capítulo 5, mientras es presionada por el CNI. De esta decisión depende que los ciudadanos sigan viendo a los ladrones con buenos ojos y que culpen a la policía de que todo está saliendo mal, y la inspectora lo sabe ¿quién ganará esta nueva batalla en La casa de papel? Liberar a Alison en lugar de a 8 rehenes anónimos será una medida muy impopular, quizás provoque su dimisión, y Raquel se da cuenta de que la banda sigue ganando la partida, habrá que esperar….