Esta noche TVE vuelve por todo lo alto con su serie de la temporada, Néboa, capítulo 3. Recordemos que Néboa comenzaba en la primera noche de carnaval en la isla homónima, cuando aparece el cuerpo sin vida de una adolescente en O Burato do Demo, un lugar repleto de leyendas. En ese mismo sitio ya habían aparecido cuerpos asesinados de la misma manera, uno en 1919 y otro el 1989. En ambos años, el hallazgo del cuerpo fue el inicio de una serie de otros cinco asesinatos durante las fiestas de Carnaval. Ninguno de ellos se llegó a resolver.
En en el capítulo anterior, el Urco volvía a actuar en la isla y llevándose la vida del teniente Ferro, hecho que dejó devastados a todos los habitantes de la isla y especialmente a sus compañeros de la Guardia Civil. Mónica y Carmela trabajan lo más rápido que pueden para conseguir capturar al Urco antes de que cometa su tercer asesinato.
Néboa – Capítulo 3
Para que se pueda cumplir la leyenda de Néboa, faltan solo tres asesinatos. La teniente Ortiza sabe a la perfección de que Urco volverá a actuar antes de lo que piensan y está decidida a evitarlo a toda costa. Mónica sospecha que Mario Castro, conocido en la isla como Cascudo, vio al propio Urco la misma noche en que se asesinó a Ana, por lo que tiene como objetivo hacerle hablar y que de una vez por todas, diga quién es el verdadero asesino que se esconde tras Urco. Sin embargo, Castro, o Cascudo, se mantendrá firme y no dice nada al respecto.
Tras el entierro de Ana, Antón pide ayuda a Roque para poder conocer quién es el hombre que mantenía una relación con su hija, pero las cosas se ponen difíciles para él. Mientras tanto, la desconfianza de Rosa sobre su marido no hace más que aumentar. Justo después de descubrir la lancha que Antón mantiene escondida en un almacén del puerto, Rosa toma la decisión de contar a Carmela que Antón les mintió y se ofrece ella misma para ser quien les lleve al escondite del puerto.
¿Será determinante este hecho para la investigación? Para saber el desenlace del capítulo de hoy tendremos que esperar a la noche, ¡no os lo perdáis!
