"The Walking Dead", caminando brutalmente hacia el éxito.

Por fin se estrenó la última de las grandes novedades de este 2010, “The Walking Dead”. La cadena AMC tenía depositadas muchas esperanzas en este nuevo proyecto, que constará de seis episodios en su primera temporada y al que ha respaldado con una gran campaña comercial y mediática. Sólo viendo los datos de audiencia podemos decir que la AMC ha conseguido su propósito, y estoy seguro que no habrá defraudado a nadie…porque, generalmente, lo que está bien hecho casi nunca lo hace, y «The Walking Dead» sin ninguna duda, lo está. Aquí están mis impresiones, sin ningún tipo de spoiler, tras el visionado del primer episodio, “Days Gone Bye”.

Como la gran mayoría sabrá a estas alturas, esta serie es la adaptación del cómic “The Walking Dead” creado por Tony Moore y Robert Kirkman, donde se narra la historia de Rick Grimes (Andrew Lincoln) un oficial de policía que debido a que es herido gravemente en un tiroteo despierta en un hospital tras un largo tiempo en coma. La sorpresa para Rick viene cuando descubre que ha despertado en un mundo completamente arrasado y devastado por una epidemia zombie. Así pues, cuando Rick es plenamente consciente de la situación decide emprender un viaje con el único objetivo de encontrar a su esposa y a su hijo, creyendo firmemente que aún siguen vivos.

Visualmente la serie es impresionante, planos muy bien trabajados, con un tono apocalíptico en todos ellos y que consiguen hacernos recordar en multitud de situaciones al cómic, todo lo realmente destacable de las viñetas lo veremos reflejado en la pantalla, ya sea por un mensaje en la pared, un diálogo o una escena en concreto por salvaje que ésta sea. Mención especial a la caracterización de los zombies, sencillamente brutal, ya desde el primer momento del piloto te das cuenta de que no hay nada actualmente que se vaya a poder comparar en este aspecto a “The Walking Dead”, y esto es lo que la hace única. El trabajo de maquillaje es impecable tanto en los zombies como en sus pobres víctimas, por lo que “The Walking Dead” se lle

vará con toda seguridad y merecidamente varios Emmy´s en las categorías técnicas.

El episodio nos ha regalado momentos bastante duros que consiguen transmitirnos claramente que se está viviendo una situación extrema, donde lo más importante es sobrevivir y proteger a los seres queridos, aunque esto implique tomar medidas desesperadas. Eso es precisamente una de las grandes virtudes de “The Walking Dead”, ya que deja constancia de que va a ser una serie que no va a tener ningún tipo de miramiento hacia el espectador como así nos han mostrado en este primer episodio con una dosis muy elevada de violencia, cadáveres con las tripas por fuera, zombies mutilados y, recordándonos en todo momento, que los seres vivos en esta serie son simplemente carnaza para los cientos de zombies que caminan, día y noche, en busca de nuevas víctimas.

Sobre personajes de momento hay poco que contar ya que en “Days Gone Bye“ el peso recae en la figura de Rick, interpretado perfectamente por Andrew Lincoln, tanto en los momentos de desconcierto como cuando decide pasar a la acción. El resto del reparto principal esta compuesto por Shane (Jon Bernthal), el compañero de Rick, y por su esposa Lori Grimes (Sarah Wayne Callies) y que en este primer episodio han tenido una aparición más bien testimonial junto con otros supervivientes refugiados de los zombies, y que por lo visto en estos primeros minutos de serie, los zombies no serán la única sorpresa desagradable para el bueno de Rick Grimes.

En definitiva, después de ver el episodio sólo caben elogios para esta gran adaptación de la AMC, por su particular temática, por su grandiosa calidad y por su brutal crudeza tanto visual como emocional, “The Walking Dead” es una serie a tener muy en cuenta ya que va ser uno de los grandes éxitos del año, por algo antes de su estreno ya fue renovada para una segunda temporada, que constará de 13 episodios. De momento sólo nos toca esperar a que en los próximos episodios siga en esta misma línea y nos deleiten con escenas tan impactantes como, por ejemplo, las mostradas en los últimos minutos de “Days Gone Bye”.