Una princesa Disney amenaza el reinado de Harry Potter

«Petrificus totalis» se habrán quedado los productores de «Harry Potter y las Reliquias de la Muerte» al ver cómo la realeza de la factoría de Mickey Mouse pone en jaque al mago británico. ¿Sus armas? Una melena kilométrica de color dorado contra la incipiente barba del alumno aventajado de Hogwarts. Pero comencemos desde el principio.

El «Día de Acción de Gracias» es una fecha que, como todas las festividades del calendario, arrastra a un gran número de personas (niños+papás) a los multicines; este año dos grandes bazas se han topado en la cartelera de Estados Unidos. A la izquierda del ring, con su capa de invisibilidad, Harry Potter, uno de los pocos niños a los que les gusta usar la escoba; y a la derecha de sus pantallas, con un vestido de seda violeta, Rapunzel, de la que nunca te librarás «por los pelos».

El pasado Viernes se barajaron cifras muy similares entre ambas películas, una ya lleva 10 días en la palestra y la otra es una recién llegada. En la primera, el pupilo de Dumbledore colocó el listón en 20,8 millones de dólares, con los que se mantiene en la primera posición del Boxoffice americano, recordemos que desde su estreno lleva acumulados 220 millones. «Tangled» (o «Rapunzel»), la cinta animada de Disney que se estrenará en España el día 6 de Enero de 2011, veía la luz por primera vez en las salas de cine estadounidenses con unas cifras iniciales de 19,7 millones de dólares.

Una vez más, los responsables de los parques de atracciones de Orlando y París han decidido plasmar en pantalla un cuento de Los Hermanos Grimm eligiendo a Rapunzel como protagonista. La historia es archiconocida, una joven de largos cabellos vive encerrada en una torre en mitad del bosque (muy shrekiano), cautiva por una hechicera que castigó a su madre por robarle unas hortalizas de sus tierras, el precio a pagar fue entregar a su recién nacida a la dueña de los vegetales.

Pero hay que señalar que «Rapunzel» tiene todos los ingredientes Disney por excelencia: música, animales humanizados, una pareja protagonista y un hechizo a romper, una fórmula de la que se han servido en clásicos como «Blancanieves», «La Bella Durmiente», «La Sirenita»o «La Bella y la Bestia».

vía | ew.com